Mi mente desde que tengo parkinson me repite empecinadamente que mi vida terminó pero lo curioso es que mi vida no se da por enterada. De todas formas ¿hasta cuándo seré operativo?, ¿hasta cuándo podré subir y bajar escaleras? ¿Hasta cuándo podre mear y cagar sin sondas? ¿Me apagaré, súbitamente como los androides de Blade Runner? ¿Quién sabe?... los planes del
demiurgo son inescrutables.Ayer una amiga con parkinson me dijo que estaba obsesionado. Es cierto, la pintura y el parkinson me obsesionan y además se relacionan entre si.
J.L. Parodi, Punta del Este (Uruguay)
2 comentarios:
GRACIAS MIGUEL
Hermoso lo de Parodi.
Cariños
Pauly
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