El locutor con su voz fuerte y clara, típica de locutor de radio, iba leyendo los titulares, destacando los temas más interesantes de lo que había sucedido desde el último informativo.
Estaba sentado en el butacón de piel negro, que sus hijos le habían regalado al cumplir los 50 años. Llevaba puestas sus gafas que sólo utilizaba para leer.
Alzando la voz dijo... ¿has oído Julián?...
Mirando a su esposa por encima de los cristales de sus gafas, asintió con la cabeza.
Como cada día, desde hacía casi un año, Julián, compraba todas las mañanas la prensa esperando leer alguna oferta de trabajo que le permitiera volver a sentirse útil.
Empezó a trabajar a los 16 años en la sección de contabilidad, recogiendo los papeles de las mesas para archivarlos y había llegado a Gerente de la solvente, importante y famosa ONCASA, empresa dedicada a la compra-venta y construcción de pisos y locales nuevos, en la que trabajaban casi 500 empleados. Gran parte de éllos, se encontraban una vez a la semana en la oficina de Servicio de ocupación, esperando oír que tenían un trabajo para ellos. Julián sabía que a sus 52 años le sería muy difícil por no decir imposible encontrar un trabajo estable.
La empresa había presentado el expediente de suspensión de pagos. Uno de los accionistas mayoritarios se hallaba en paradero desconocido junto con todo el dinero de la sociedad.
Julián dejo de leer, se quitó las gafas y las guardó cuidadosamente en su funda.
Si pudieran conseguir una ayuda podrían salir adelante, si no, tendrían que vender su piso para irse a otro más pequeño de alquiler y más asequible a su situación económica actual. Marta cada día estaba peor y él solo, se veía incapaz de atenderla. Pronto necesitaría de una persona a su lado las 24 horas del día. Con su paga y los 600 euros que Marta cobraba por su invalidez, no tenían suficiente para contratar a nadie.
Julián se dispuso a oír atentamente al locutor que empezó diciendo.
- ¡Por fin.!...¡por fin!... Después de tantas reuniones y discusiones... se ha aprobado la ley de la dependencia, que promete ser muy importante, tanto para las personas disminuidas como para sus familiares. A partir de hoy, podrán dirigirse a los Servicios Sociales de su comunidad y presentar los informes para estudiar cada caso.
Al día siguiente, empezaron el peregrinaje en busca de la documentación que les exigían, para poderla presentar lo antes posible.
Un informe del médico de familia, otro del neurólogo, otro.....Pasada una semana, ya lo tenía todo.
Por fin llegó el dia, Julián se vistió antes de que dieran las 7, quería sacar al perro a dar un paseo, no tardó ni 10 minutos, dejó el perro y cogió el sobre con toda la documentación, antes de marchar le dijo a Marta que volvería lo antes posible y que si necesitaba alguna cosa que telefoneara a la vecina que tenía la llave y toda la mañana estaría en casa Entregó la documentación y le informaron que, en una semana como mucho, vendrían a su casa a evaluar el grado de dependencia que tenía su esposa.
Cuatro días después fueron a verla, le hicieron preguntas de todo tipo, si comía sola, si podía hacerse ella la comida, si podía ir al wc sola, salir sola a la calle, andar sin ayuda, si era Marta la que hacia las cuentas en casa etc. Después de mas de una hora contestando peguntas, se despidió diciéndole que ya recibiría noticias.
Siete meses después, ya habían puesto el piso a la venta, Julián seguía buscando trabajo y Marta empeorando.
Eran las 9 de la mañana y sonó el teléfono... ¿quién será a estas horas?... dijo Julián con gesto de desagrado. Marta veía como la cara de su marido se iba iluminando y empezó a sonreír. Colgó el teléfono y fue hacia ella corriendo alegremente.
Marta, Marta, que van a venir mañana.. .¿quién va a venir? .... una persona del ayuntamiento para decirte lo que te van a subvencionar, ya no hará falta vender el piso.
Llamaron a la puerta. Al abrirla apareció una chica joven, demasiado joven, pensó Julián. Poca experiencia puede tener.
Se dirigió a Marta hablando sosegadamente, con una voz dulce y armoniosa, sólo su presencia inspiraba paz y confianza.
Es usted la Sra. Marta Trada Villa, ... Si, contestó Marta... pues bien Sra. Trada, vengo a decirle que ha sido aceptada toda su documentación, por si no lo sabe, le diré que según la evaluación efectuada, su dependencia es del grado 3 nivel 1, que por Ley le pertenece cobrar una subvención que no será muy alta ... pero antes de decirle cuanto le corresponde, necesito un informe de sus ingresos del año 2.006. Vendré mañana a buscarlo y el viernes volveré para comunicarle la cantidad exacta.
Por fin llegó el viernes, Julián, se levantó tarareando una vieja canción, Marta solía dormir hasta mas tarde, pero hoy los nervios la sacaron de entre las sábanas dos horas antes.
A las 10,30 llamaron a la puerta, Julián corrió a abrirla, allí esta la joven con una carpeta en la mano. La hizo pasar a la sala comedor donde Marta esperaba impaciente.
La joven, dejó la carpeta encima de la mesa, se sentó, abrió la carpeta señaló con el dedo un papel con números y dijo: - Sra. Trada esto es lo que le corresponde.
Marta cuando vio la cantidad... No lo podía creer, su cara se iba transformando hasta acabar en llanto.
Julián se acercó para mirar el papel. Cuando vio el total anual a percibir comprendió la reacción de su esposa. Con esa irrisoria cantidad que a él le pareció una burla, no tenían ni para comprar pan.
La joven, al ver sus caras dijo...lo siento ... yo nada puedo hacer.
Al día siguiente, Julián además de mirar los anuncios de ofertas de trabajo, miraba los de alquiler y compra-venta de pisos.
Allí estaba el suyo: Se vende piso semi-nuevo céntrico, soleado, cuatro habitaciones, dos baños completos, gran cocina, salón-comedor de 30 m2 dos terrazas... Interesados llamar al teléfono 937013687
Carme Ovejero
Enferma de parkinson
Diagnoticada en 1.977
S.Q.V. 02.09.2008
1 comentarios:
Verdaderamente indignante .
La mal llamada ley de dependencia .
Yo le pondría otro nombre pero quedaría poco respetuoso por mi parte . No quisiera entrar en política , pero así van las cosas cuando el dirigente de un gobierno actúa como si los Españoles fuesemos niños de cinco años prometiendo caramelos que luego no hay forma de poder fabricar .
Ojalá a Marta y a Julián pueda sonreírles la vida . Siempre juntos contra la adversidad y juntos lo conseguirán una vez más.
Un abrazo y adelante .
Mamen
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