Editorial Ecclesia -
El progreso sin ética lleva al hombre al precipicio
Escrito por Ecclesia Digital lunes, 26 de mayo de 2008
Una de las noticias más escalofriantes de la pasada semana, que en España ha pasado casi desapercibida, tenía lugar en Londres el lunes 19 de mayo. El parlamento británico aprobaba la utilización de embriones híbridos, creados mediante la introducción de ADN humano en óvulos de animales. Una vez más, el pretexto empleado para promover esta aberración es el hipotético servicio que a la investigación de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson podrían prestar los referidos embriones híbridos. Con razón, el presidente de la Pontificia Academia para la Vida ha calificado de «monstruosidad» a la medida, a la que ha definido además como «mentira mediática sin base científica». Bajo ella se esconden, so capa de progreso y con mucha demagogia y manipulación de los sentimientos, espurios intereses comerciales, amén de un deleznable desprecio a la dignidad de la persona. La ciencia sin conciencia y sin ética se vuelve, tarde o temprano, contra el hombre. Y es que –señalaba Benedicto XVI, días después, en la homilía del Corpus– «no es suficiente avanzar, es necesario ver hacia dónde se va. No basta el progreso si no hay criterios de referencia. Es más, se sale del camino, se corre el riesgo de caer en el precipicio o de alejarse de la meta».
Hasta aquí la nota de prensa. Por mi parte un único comentario: para "monstruosidad" ocultar que se tiene Parkinson a la opinión pública durante muchos años. ¿No decía un mandamiento "no mentiras"?. E PUR SE MUOVE.
El progreso sin ética lleva al hombre al precipicio
Escrito por Ecclesia Digital lunes, 26 de mayo de 2008
Una de las noticias más escalofriantes de la pasada semana, que en España ha pasado casi desapercibida, tenía lugar en Londres el lunes 19 de mayo. El parlamento británico aprobaba la utilización de embriones híbridos, creados mediante la introducción de ADN humano en óvulos de animales. Una vez más, el pretexto empleado para promover esta aberración es el hipotético servicio que a la investigación de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson podrían prestar los referidos embriones híbridos. Con razón, el presidente de la Pontificia Academia para la Vida ha calificado de «monstruosidad» a la medida, a la que ha definido además como «mentira mediática sin base científica». Bajo ella se esconden, so capa de progreso y con mucha demagogia y manipulación de los sentimientos, espurios intereses comerciales, amén de un deleznable desprecio a la dignidad de la persona. La ciencia sin conciencia y sin ética se vuelve, tarde o temprano, contra el hombre. Y es que –señalaba Benedicto XVI, días después, en la homilía del Corpus– «no es suficiente avanzar, es necesario ver hacia dónde se va. No basta el progreso si no hay criterios de referencia. Es más, se sale del camino, se corre el riesgo de caer en el precipicio o de alejarse de la meta».
Hasta aquí la nota de prensa. Por mi parte un único comentario: para "monstruosidad" ocultar que se tiene Parkinson a la opinión pública durante muchos años. ¿No decía un mandamiento "no mentiras"?. E PUR SE MUOVE.
3 comentarios:
De una manera u otra La Iglesia siempre ha lastrado todo progreso cietifico ¡Menuda sorpresa!. La Peste Negra cogio a la medicina europea en mantillas, encorsetada por la sotanocracia. Pero afortunadamente también propone alternativas. Miles de misas cayeron en providencial garbanzada sobre el sufrido rebaño para impetrar el perdón por haber encolerizado a jefe del Estado Mayor del Vaticano.
Lee uno la enciclica del cangrejo Juan Pablo II titulada "Fides et Ratio", el que afirna que fe y razón son las dos alas que permiten el vuelo del progreso y uno se reconcilia con la proverbial tolerancia vaticana. El genial Galileo hubo de agachar la cerviz y prometer que no creería ya en el copernicaismo. Hasta que la clerigalla oficial resolvió rehabilitarlo no hace mucho. Pero no pudieron parar el movimiento del planeta, y no fue por falta de ganas.
Pedro
Dice el antiguo Testamento:
Dios creo al hombre a su imagen y semejanza.
"Sin comentarios"
Carme
La iglesia es una de las más grandes lacras de la historia, y siguen ahí en primera línea, con el visto bueno de una buena parte de la sociedad. Hay que reconocer que son buenos.
Ahora bien, peores son los que les siguen. Es increíble.
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