STOP PARKINSON

GRACIAS, AMADA (Asociación de Parkinson Asturias)

11/16/2009

15 de Noviembre del 2009 - Hilda Álvarez Méndez (Piedras Blancas)


Soy una persona que padece la enfermedad de Parkinson desde hace 14 años. Convivir con cualquier enfermedad es muy duro, pero si esa enfermedad es degenerativa, crónica, progresiva y te la diagnostican con 40 años es mucho más duro aún, ese es mi caso.

Al comienzo del diagnóstico no vives, sobrevives, van pasando los meses, incluso años, y la amargura, a la vez que el señor Parkinson, se va apoderando de tu vida, entre los dos la cambian por completo, y no sólo la tuya sino la de tu familia también, hasta que un día por casualidad alguien te habla de una asociación de enfermos de Parkinson que ayudan a las personas que la padecen, y aunque ya no crees ni esperas nada, te acercas a ver qué ocurre, y ¡oh, sorpresa! ves un grupo de gente, la mayoría en peor estado físico que tú, que lucha por mejorar su calidad de vida y además lo hacen con alegría y se divierten. Ese fue mi aterrizaje en la Asociación Parkinson Asturias; hoy, después de llevar 5 años de ser socia, hacer terapias rehabilitadoras..., puedo decir que tengo una segunda familia. He conseguido excelentes amigos, tanto entre compañeros como entre el grupo de profesionales que integran la plantilla de la asociación (por cierto, mil gracias a todos por ser como son), pero sobre todo gracias a la persona que hoy me inspira estas palabras, mi amiga, compañera y demás adjetivos que se pueden dar a una gran persona, Amada, alma de la Asociación Parkinson Asturias, que aunque no esté pasando sus mejores momentos sigue ahí para todo el que la necesite, siempre con una palabra amable y de consuelo para quien en ese momento precise de ella, que aunque la vida no la está tratando como se merece, ella devuelve a manos llenas ayuda, comprensión y amor a quien se lo pida. Hoy trabajo codo a codo con ella en la asociación, todo lo que sé de asociacionismo se lo debo a ella, por eso quisiera que estas palabras de agradecimiento fueran públicas para que se sepa que aún hay personas como Amada que viven para los demás, dando todo, incluso a veces robando ese tiempo a su familia que tanto la necesita, para entregarlo a otras personas que lo necesitan más y que aun cuando sale corriendo a coger el taxi para ir a atender a los de su casa te pide perdón por no poder quedar más tiempo, y así día tras día. Gracias, Amada, en mi nombre y en el de los socios de Parkinson Asturias, y como siempre te digo: decía mi abuela, Dios aprieta pero no ahoga, y tú te mereces lo mejor. Prometo que seguiremos juntas trabajando por conseguir nuestro sueño: mejorar la calidad de vida de los enfermos de Parkinson y seguir la lucha por continuar con la investigación para así poder hablar de haber convivido con la enfermedad de parkinson y no de convivir con él.

2 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Demuestras unos bellos sentimientos
Besos y amor
je

miguelvelez dijo...

Conozco poco y mucho a Amada y a Hilda. Poco porque ha sido poco el tiempo que nos hemos visto en su bella tierra (siempre parece un tópico lo de bella tierra, pero Asturias es caso aparte). Y mucho por la cordialidad y sinceridad de esos momentos. Desearos lo mejor a las dos y también al collaciu que espero esté ya con las pilas puestas.