STOP PARKINSON

CÓMO CAMBIÓ MI VIDA ( I )

6/22/2009


Nunca pensé que yo estaría escribiendo una experiencia personal de este tipo porque, en definitiva, siempre pensamos que estas cosas le suceden a los demás y nunca a uno mismo. Pues bien, aquí estoy, soy una chica de 30 años a la cual, sin esperarlo, un buen día la vida le cambió de repente.

Todo empezó cuando realizaba el Proyecto del Master en el 2006, me temblaban las manos y me notaba un poco torpe, pero dado el grado de nerviosismo al que me encontraba sometida: iba temprano a trabajar, llegaba a casa, comía, quedaba con los compañeros para hacer el proyecto, iba a clases de ingles etc.. no le dí importancia, para mi, claramente, era stress ( tan famoso en estos tiempos que corren). Pero el Master acabo y estaba mejor, pero no me notaba “normal”. Después empecé a arrastrar un poco la pierna, y posteriormente me costaba realizar tareas tan sencillas y comunes en la vida de una persona como lavarse los dientes o coger un tenedor. Evidentemente, algo me pasaba, por lo que decidí ir, obligada por mis padres, a mi fisioterapeuta pensando que a lo mejor tenia pinzado algún tendón (la ignorancia es muy atrevida, como dice mi madre) y por eso me temblaba la mano y me costaba caminar, como todo era del lado derecho…. Cuando llegue allí le conté el caso y acto seguido cogio como un punzón y me pinchó las yemas de los dedos, al ver que no reaccionaba al estímulo, me recomendó que fuera a mi médico de cabecera y me diera un volante para el neurólogo porque esto no era un problema de ningún tendón pinzado ni nada parecido. Pues así hice, me fui a mi médico de cabecera, la cual se encontraba de baja y me atendió una sustituta, y le volví a contar la misma historia que le había contado al fisioterapeuta, ella me realizó una serie de pruebas y me dijo que no sabía que me podía pasar así que me enviaba, efectivamente, al neurólogo. Esto ocurrió en septiembre de 2007 y me dieran cita para el especialista a finales de diciembre. Durante esos tres meses de espera, yo cada vez me encontraba peor, bien es cierto que siempre fui bastante torpe, pero esta torpeza era distinta, ¿me entendéis verdad?, perdí fuerza y movilidad en todo mi lado derecho, y hasta tuve que pedir ayuda para batir un huevo porque me fue materialmente imposible, dios mío ¿que me estaba pasando?.

Llego el día de mi cita con el neurólogo, le conté, otra vez, lo que ya había contado al fisioterapeuta y mi médico de cabecera, y me empezó a hacer una serie de pruebas tan sencillas, pero tan complicadas a la vez, como caminar, poner los brazos en alto, hacer como que cuentas con los dedos, escribir, hacer una espiral, bien y sin mediar palabra me dijo que me iba a realizar unas pruebas, un análisis de sangre ( 8 botes de sangre, casi me muero ese día, los análisis y yo no nos llevamos bien) y una resonancia del cerebro ( también sobreviví a esto porque los espacios pequeños tampoco son mi pasión), y que hasta que estuviera segura del diagnóstico no nos iba a decir nada.

Y llegó el día, 24 de Abril de 2008, era mi segunda consulta con el neurólogo y yo ya había indagando en Internet que me podía pasar, encontré alguna enfermedad que tenía mis mismos síntomas, por lo que ya iba con una idea preconcebida. Entro en la consulta y me dice que los análisis están bien (nada digno de preocupación) y que la resonancia esta perfecta, me vuelve a hacer las pruebas que me había hecho en mi primera consulta, es decir, caminar, escribir, hacer espirales, etc…Y me pregunta: “te dije la primera vez el diagnóstico”, a lo cual mi respuesta fue no, y entonces me dice:

” bien lo que te pasa es lo que se conoce como la Enfermedad de….. Parkinson”, en ese momento me quede sin palabras, no me lo podía creer, que dice, ¿me está hablando a mi?, si eso es una enfermedad de los abuelos, entonces vino a mi mente Michael J. Fox. La doctora me explicó que era raro que se diera en gente tan joven pero que cada vez había mas casos y que para estar más seguros todavía me iba a hacer una prueba nueva ( que no me acuerdo nunca de su nombre, o no me quiero acordar, también puede ser), que tan pronto me la hicieran, pidiera cita de nuevo con ella y veríamos el resultado, y que sería conveniente que ya empezara con el tratamiento porque había que tomarlo progresivamente y así, cuando volviera, veíamos si estaba mejor. Yo, a todo esto, estaba atenta, pero seguía pensando que se equivocaba, que lo mío era simplemente nervios y que estaba totalmente loca, como iba a tener yo Parkinson, en fin loca de remate. Tan pronto como salimos mis padres y yo de la consulta, empecé a llorar ( no suelo llorar ni quejarme ante nadie que no sea de mi entorno mas cercano por mucho dolor o daño que sienta), mis padres abatidos, también, por tan dura noticia, me consolaron y estuvieron, y están, en todo momento, a mi lado. Y llegó el momento de contárselo a mi novio (juntos desde hace 6 años), me llamo y le conté por teléfono el diagnóstico, cuando le digo:” tengo Parkinson”, no se lo podía creer, su frase fue: “que dices , pero que dices …” así hasta cuatro o cinco veces seguidas, después me acerque a su casa y abrió la puerta me abrazó y me pregunto:” ¿ pero esta segura?, no puede ser”, nos sentamos en el borde de su cama y empezó a llorar, y ahora lo consolé yo a el. Se lo contamos, también, al resto de mi familia, y fue un duro trago para todos. Teníamos casi preparada una fiesta sorpresa del 50 cumpleaños de mi padre con todos ellos, pero mi madre decidió contarle a mi padre los planes (dejo de ser sorpresa) y entre los dos decidieron anularlo porque no eran momentos para celebraciones, estaban consternados, alucinados y todos los sinónimos acabados en –ado,” menudos palos te la vida”- decían,” pero hay que tirar para adelante filliña”...

PRISTELA

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te vas dando cuenta con los años de pk que tu historia es la misma de otros afectados.Por eso me permito ofrecerte compartir contigo todo aquello que pueda ayudarte.
Carmen de Ronda
P.D: para localizarme pregunta a Velez

Anónimo dijo...

Por desgracia cruzastes la barrrera que nos separa de los sanos.Una vez aquí, depues del merecido llanto piensa que no hay otra que seguir. No soy quien para aportarte soluciones, solo que sepas que hay alguien que sufre lo que tu detras de estas lineas y que puedes y debes contar con mi apoyo al igual que yo conte con el de otros veteranos en su momento.
Carmen de Ronda
P.D: Para mas datos personales pregunta a Velez

my own arcadia dijo...

Cuando acabes de atravesar el río del duelo y de las lagrimas, estarás en disposición de retomar la senda de la vida.
Se cierra una etapa, se abre una nueva, más difícil, diferente.
Pero merece la pena seguir luchando para que no te arrebaten los momentos de felicidad a los que tienes derecho.

Pilar Martín Gumiel dijo...

Porque será que yo tambien me idntifico con la historia. Mi llanto se unio a otros muchos llantos, pero ahora mi risa hará eco con las risas de los que tenemos que seguir adelante y no dejarnos vencer. La vida son solo instantes que pasan uno tras otro, disfrutemos los buenos e intentemos controlar los malos.